Que lejos están por comprender lo que pasaba hace 33 años, la mayoría los presentes en el acto por la memoria del golpe militar y los desaparecidos. Si estaban más interesados en ocupar los mejores lugares para sus sectores políticos que escuchar a las abuelas de plaza de Mayo. Ese mismo interés es el que irónicamente a la fecha, lleva a los disturbios ocasionados.
Olvidemos un rato el presente y aunque sea por un rato, pensemos en nuestro pasado como país, donde se llevo una dictadura donde la libertad estaba coartada, donde un grupo de personas decidieron cual era la correcta manera de pensar sin permitir ni la voz, ni la palabra , ni las opiniones y lo mas absurdo de todo, ni permitir la existencia de aquellas personas cuya idea no coincida con un país totalmente restringido de ideales.
Por suerte son pocos, lo que pueden defender aquel régimen y algunos con la ignorancia de confundir seguridad con esclavitud.
La libertad de expresión y pensamiento, es una de cualidades mas importantes que puede tener una sociedad y debemos valorarla. Valorarla, significa recordar lo que fuimos en aquel entonces, esto no significa ensañarse con el pasado, sino tener conciencia y asegurarnos que los culpables no estén absueltos.
Desde ahí poder mirar para adelante como país, sabiendo que no es lo que queremos.